martes, 29 de junio de 2010

Cosas de otros tiempos por Nicanor Mendez








Nicanor Mendez
Los autos JUSTICIALISTAS
En época no muy lejana, nuestra Argentina era, casi, otro país. Donde las fábricas afloraban por doquier, el campo era "El granero del mundo" y el trabajo no nos faltaba. Prueba de ello son las actuales industrias paralizadas y el campo con sus problemas. Ubicándonos en esos tiempos, les recordaré que un 30 de noviembre de 1951, el General Perón, Presidente de los argentinos, dispuso por Decreto la creación de una fábrica de automóviles en Córdoba, donde se iba a construir el "Justicialista", un auto integramente nacional. La fábrica fue montada en el Instituto Aerotécnico, donde ya se producían aviones y se tenia el propósito de lanzar automóviles a bajos costos. El desarrollo de los prototipos había comenzado en 1949, y los autos fueron presentados el 1ª de mayo de 1952. El proyecto disponía la construcción de tres tipos de automotores, una camioneta y un tractor. Uno de los modelos era un sedan de dos puertas y cuatro asientos bautizado "Justicialista", con suspensión independiente en las cuatro ruedas y capaz de alcanzar 100 kilómetros por hora. No olvidemos que estamos hablando del año 1952. El auto estaba echo netamente con material argentino, por ejemplo, para la fundición del block y la tapa de cilindros, se utilizó arrabio de Zapla, obtenido en los Altos Hornos de la Dirección General de Fabricaciones Militares. El coche resultaba barato por su precio y mantenimiento y además era fácil de reparar. El motor podía cambiarse y la fábrica lo canjeaba por uno nuevo a un precio razonable, mientras duraba la reparación del original. El "Justicialista" tuvo una versión deportiva presen-tada en abril del año 54, que tenia un diseño audaz para la época y fue el segundo auto en el mundo con carrocería de plástico reforzado en fibra de vidrio. Después del Golpe Militar del 55,-Cuando no- la fábrica de automotores fue abandonada, los repuestos comenzaron a faltar y el pobre "Justicialista" desapareció de las calles. Una verdadera lástima porque ese fue el comienzo de los cierres de las demás fabricas, que nos condujo a la situación en que nos encontramos hoy en día.

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