José Marcelino Rodriguez
Con mucho honor y orgullo,presentamos a la sociedad toda, "las primeras letras", de su obra literaria, sobre los hechos de la guerra de Malvinas. No solo es el autor del libro sino también su protagonista principal, porque fue participe, uno de los tantos soldados que pelearon en la contienda dentro de las Islas. Se trata del Héroe Nacional José Marcelino Rodriguez, es éste el capítulo cuarenta y seis. La expectativas que ha despertado su relato, marca que parte importante de la ciudadanía, quiere saber realmente que ocurrió con los soldados en las Islas y más si es contado por ellos, con hechos documentados e inéditos donde las situaciones narradas, seguramente nos harán reflexionar profundamente sobre lo que pasó en esa época tan especial para la Argentina.
Para evitar murmullos (capítulo 46) marcelinovgmalvinas@yahoo.com.ar
Seguramente habrá festejos, se aproximan fechas de gloria, de aniversario de recuperación de soberanía, de actos solemnes y de encuentros con camaradas ,de alegrías de ver y de tristezas por no poder encontrar,de serias autoridades gubernamentales que seguramente volverán a prometer lo que jamás van a cumplir, un poco más de lo mismo en algunos hechos y actos relacionados con un nuevo 2 de abril donde a nadie le calza mejor el uniforme verde oliva que a aquel que defendió la patria. A veces se me cruza por la mente no solo el número de sorteo ( 424) por el cual fui seleccionado para cumplir con la ley del servicio militar obligatorio ( Ley 4.301 del año 1901 ) sino también la despedida del trabajo, de mis amigos, de mi familia fundamentalmente las palabras de mi madre diciéndome " vaya con dios hijo mío " "me piden que vaya solo " respondí sin saber que el creador estaba al lado mío durante todos esos momentos y por un tiempo bastante prolongado, según mi criterio, para alguien que tiene la enorme misión de proteger espiritualmente nada menos que a toda la humanidad de la cual es el que la hizo o inventó, no existe otra explicación para que 28 años después pueda estar escribiendo estas líneas habiendo estado 28 años antes en el lugar que estuve. Bastante delgado, pelo largo, un corte medio desprolijo, zapatillas, camperita liviana de media estación pantalón de hilo de algodón, el llamado rock nacional se encontraba en esos momentos en la cresta de la ola,finalizaba el verano de 1981 cuando la carta de presentación anunciaba que debía concurrir al distrito militar en hora temprana, allí la revisión médica y el informe ambiental determinaba la aptitud para el servicio militar o el rechazo y en mi caso como en el de muchos otros que estábamos allí, apenas pasado el mediodía nos encontrábamos arriba de la caja de un camión militar, mimetizado, todos con cara de susto, vigilados por dos centinelas armados con fusil, más otro custodiando la parte de la cabina a la derecha del conductor cuyo uniforme difería del resto dejando en claro que pertenecía al personal de cuadros del Ejército Argentino y aún después de haber dejado atrás las instalaciones del distrito militar nadie nos decía hacia donde nos dirigíamos ni cual era nuestra destino. Finalmente arribamos a la localidad de Pablo Podestá donde el segundo jefe de la unidad militar nos recibe dejando bien en claro las obligaciones que tendríamos que cumplir a partir del momento de atravesar la puerta de entrada a la dependencia y estoy seguro que jamás mencionó la palabra derechos, ni siquiera el derecho subjetivo estuvo vigente durante el tiempo de reclutamiento, claro que uno sentía que había perdido el discernimiento, la intención y la libertad y la ley le brindaba a la institución militar amplias facultades para disponer de las personas durante un período de entre 9 y 14 meses, años anteriores se había elevado hasta 24 meses. Ahora erróneamente la gente cree que el servicio militar obligatorio ha dejado de ser Ley y no es así, desde el 31 de agosto de 1994 durante la presidencia del doctor Carlos Saúl Menemse encuentra suspendida su aplicación pero todavía está vigente con algunas restricciones pero puede ser puesta en funciones en tiempos de crisis, guerra o emergencia nacional siendo el estado a travéz de sus autoridades quienes tienen establecer si las condiciones son necesarias para hacer efectiva la puesta en marcha. Después de Malvinas el reencuentro con los camaradas genera euforia, algarabía, felicidad,nuevas expectativas de vida se sienten en el aire, ahora existen firmes reclamos diplomáticos argentinos que tal vez no logran mucho pero conforman, de este modo impiden la usucapión de los piratas que solicitan la prescripción adquisitiva adquirida por el transcurso del tiempo desconociendo los derechos reales esgrimidos por nuestro país y siguen adelante con las licencias de pesca y la explotación de nuestros hidrocarburos. Ya a esta altura apocos días de comenzar la etapa tensa del veterano ( dura hasta más allá del 14 de junio )esperamos que la vida se torne menos dura, varias bajas hemos sufrido en 2009 y arrancamos 2010 con algunas más que nos entristecen profundamente aún así, nunca dejaremos pasar por alto nuestro derecho de elevar la voz o levantar la mano para afirmar nuestros derechos soberanos sobre las Islas Malvinas, Georgias del Sur e Islas del Atlántico sur.-
No hay comentarios:
Publicar un comentario